domingo, 20 de septiembre de 2009

MULHACEN 3482 m. (el techo de la península)





En esta ocasión, aprovechando que mi amigo Zapa se encontraba en Granada haciendo el doctorado le hice una visita a finales de Junio para pasarnos por las Alpujarras y hacernos una ruta de alta montaña por allí. Y en serio lo de alta montaña, pues ascendimos al Mulhacen, el pico más alto de la península encontandose a 3478m. de altura, auque en la mayoría de los mapas aparece como 3482m. por lo que es conocido como el techo de la península, cuya ascensión exige una condición física aceptable, pues existen tramos de fuerte pendiente a los que se suma el peso de la mochila y la disminución de oxígeno que se da en las altas cumbres la hacen un itinerario bastante duro. Sin embargo, como en otras rutas que hacemos, las vistas de los paisajes por los que pasamos son impresionantes.
Como en otras ocasiones, utilizamos dos jornadas: una desde el pueblo alpujarreño de Trevelez, conocido por sus famosos jamones, hasta siete lagunas, lugar donde hicimos vivac para pasar la noche. Y otra segunda jornada, desde siete lagunas al pico de Mulhacén, y vuelta al pueblo de Trevelez, pero esta vez por el mirador de trevelez, por lo que haríamos una ruta circular. Partimos a las 15:00 horas desde la localidad alpujarreña de Trevélez (situado a 1580 metros de altura). El calor, en un día de Junio a esta hora era agotador, pero las ganas de ascender el Mulhacén nos animaban a emprender con ganas esta ruta.


Situados en la plaza del pueblo nos dirigimos al barrio alto atravesando un arco y después el lavadero. Cogimos el camino que va hacia la sierra y el cual está indicado por un cartel (Siete Lagunas: 5 horas; Mulhacén 7horas) y comenzamos a subir por una vereda empedrada que discurre entre huertos, corrales y pequeñas tierras de cultivo, hasta alcanzar la Acequia Gorda, donde un poco antes pasamos junto un cortijo-corral, hasta el que tardamos una hora aproximadamente.














Seguimos un tramo por la mencionada acequia, hasta alcanzar una vereda poco marcada, que asciende a la Acequia del Mingo, por la que hemos pasado ya un par de vallas. Por aquí seguimos ascendiendo hasta llegar junto a un chozo.













Desde aquí seguimos un pequeño sendero por el que en vez de ganar altura nos mantendremos serpenteando por la Campiñuela, hasta alcanzar el río.
Una vez en él, le seguimos en su margen izquierdo hasta llegar a un punto en el que cruzaremos a la otra orilla. Por la vereda derecha del río ahora, dejando éste a nuestra mano izquierda, seguimos ascendiendo (siguiendo en ocasiones unos hitos) hasta situarnos por debajo de Chorreras Negras, siendo éstas el último obstáculo antes de llegar a Siete Lagunas. Ascendimos por supuesto por la parte de la derecha del río (continuamos dejando éste a nuestra izquierda), hasta llegar a la Laguna Hondera a casi 2900m. de altura.







Esta zona es conocida como siete lagunas, por sus siete cúmulos de agua en esta hondonada, antiguo circo glaciar, situado entre los picos Mulhcen y Alcazahaba.
A pesar de que existe un refugio a modo de cueva entre unas rocas delante de la laguna Hondera, nos adentramos hacia la laguna más alta, y allí, entre un refugio vivac de piedra hicimos noche.














A la mañana siguiente, repusimos fuerzas desayunando y comenzamos el ascenso hacia el techo peninsular. En vez de volver atrás hasta Laguna Hndera, desde donde se sube por la arista oeste en zigzag por un sendero poco marcado, nosotros cogimos directamente la ladera oeste desde nuestro pequeño campamento para alcanzar el sendero que subía desde el itinerario mencionado. La subida, como se puede comprobar eran atravesar en diagonal y de manera improvisada pero coherentes con nuestro objetivo, montículos de piedras, bloques… hasta llegar a enlazar con el sendero.

























Una vez cogido éste, le seguimos hasta nuestro objetivo, Y por fin llegamos al Mulhacen, situado entre las coordenadas 30 472416/4101055, levantado a 3482 m de altura (Ayer salimos a 1580m.). Desde el mismo se pueden contemplar los dos grandes picos que la cortejan, La Alcazaba (3.366) al Este, y el Veleta (3.398) al Norte.



























Nuestro descenso desde aquí no fue el mismo que el de ida. Quisimos conocer la otra ascensión que hay desde el pueblo de Trevelez, pero en nuestro caso sería descenso, ¡claro está!. Seguimos el camino dirección Oeste y empezamos a bajar por un paraje lunar, nada de vegetación durante una hora, solo piedra, y un camino marcandonos el itinerario hasta llegar a enlazar con la pista que nos llevará al mirador de trevelez.














Una vez desde el mirador de trevelez, habiendo visto el cartel que nos quedan otras dos horas de bajada al pueblo, decidimos hacer una últma parada. Ahora las ganas flaqueaban y el calor era impresionante. Los pies los teníamos cansados, que hasta daban ganas de ir descalzo. Comimos un poco, descansamos y continuamos bajando. Este tramo csi fue el mas duro, y si, aunque parezca mentira, era bajando. Y es que a veces prefiero subir que bajar, yo, mis rodillas, y mis piernas.


De esta forma llegamos al pueblo, desde donde salimos ayer, quedando atrás un gran reto para nosotros, y el comienzo de grandes retos venideros que nos propondríamos desde allí. Zapatera en unos años, con el desafío de Granada Depote, iría a ascender el pico más alto de America, el Aconcagua, que sobrepasa los 7000m. de altura.

POR EL P.N. DE ORDESA Y MONTE PERDIDO

EL PARQUE NACIONAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO se encuentra en el Pirineo Aragonés. Para acceder a él, lo normal es llegar al pueblo de Torla, y de allí coger la pista que sube hasta el parking del parque. Desde Semana Santa y hasta Otoño, la subida en coche está prohibida, teniendo que coger un autobús para controlar la entrada al Parque. La orografía del Parque está dominada por el macizo de las Tres Sorores, Treserols, la mayor mole calcárea del Mundo. Su mayor elevación es el Monte Perdido a 3355m. de altura, del que en forma más o menos radial descienden una serie de impresionantes crestas montañosas y valles glaciares. El más característico y emblemático es el valle de Ordesa, recorrido por el río Arazas, origen del Parque Nacional por el cual nos aventuraremos esta vez.
La morfología básica del Parque se debe a dos orogenias, pero principalmente al plegamiento y elevación alpina de la era Terciaria, posteriormente moldeada por la erosión glaciar durante la era Cuaternaria, dando lugar a una serie de circos y valles glaciares muy definidos. Las zonas altas del parque (altitudes superiores a los 2000 e incluso 3000 m) son extremadamente áridas, ya que toda el agua procedente de precipitaciones es rápidamente recogida por el sistema kárstico. En cambio, los fondos de los valles están cubiertos con una exuberante vegetación en la que dominan las hayas y los abetos que van dejando paso al pino negro según se aumenta la altitud. Muchos personajes han quedado prendados de estos parajes y han contribuido a su difusión. Gentes como Lucien Briet, Lucas Mallada o Soler i Santaló han contribuido a dar a conocer este lugar y a que fuera protegido.

Nosotros, escogimos hacer esta ruta en una época poco transitada Fue cosa de hace 5 años, cuando éramos estudiantes y acabábamos de terminar los exámenes de Febrero y nos decidimos subir una semanita al norte, pasar unos días de gaupasa por Iruña y otros por Ordesa desconectados del mundo en plena naturaleza. Tras un registro de la Guardia Civil que nos retraso nuestra ascensión, llegamos al pueblo de Torla, pasamos por una tienda para coger provisiones para un par de días y cogimos el coche hasta el parking del parque, que en esta época está abierta a coches, prácticamente porque es una época en la que no suele subir mucha gente. Aunque en esta época hay riesgo de aludes, tuvimos mucha suerte, pues nos hizo fantástico, y sólo pisamos nieve a partir de las clavijas. Partiendo del aparcamiento (1.350m) el cual se encontraba bajo una capa de nieve helada, ya bastante tarde, pues era pasado mediodia y anochece pronto y no queríamos que la tarde se nos echara encima, comenzamos la ruta siguiendo una pista (EL GR-11) que sigue el cauce del del Río Arazas. Nos adentramos en un bosque de abetos y hayas por el que llegamos a la Cascada del Estrecho (1500 m) y el primer abrigo o refugio. Continuamos el ascenso hasta la Cueva de Franchinal y el segundo abrigo o refugio, quedando poco después atrás el bosque, apareciendo las praderas de Soaso (1700 m) tras una hora y media de camino aproximadamente. Adentrandonos por el caón, la amplia senda pasa junto a una sucesión de cascadas escalonadas, las Gradas de Soaso, donde la pista desaparece y se convierte en senda.


Se alcanza luego el último abrigo o cabaña (1.750 m), y un poco más adelante cruzaremos el torrente por un puente, llegando al límite del Valle de Ordesa, topando con la muralla del Circo de Soaso (1800 m), la espectacular cascada en forma de caballo a nuestra izquierda, las clavijas de soasao enfrente y una senda a nuestra derecha (SO) que se dirige por la Faja de Pelay hacia el mirador de Cacilarruego (2.000) y que luego baja por la Senda de los Cazadores al aparcamiento.
Después de contemplar la espectacular cascada de la Cola de Caballo proseguimos la marcha teniendo que elegir entre continuar por el camino que remonta la ladera por una senda bien señalizada, la subitialla, o trepar directamente por las clavijas para escalar la pared. Una vez arriba, la senda principal continua hacia el norte elevándose por las praderas escalonadas hasta dar con el Refugio de Góriz (2.200) tras haber estado en caminata algo mas de 3 horas y media.











































































Los horarios aproximados de este itinerario son: Aparcamiento de Parque, subir 150 mts (20') Cascada del Estrecho, subir 200 mts (1h10') Gradas de Soaso, subir 100 mts (50') Cola de Caballo, subir 400 mts (1h10') Refugio de Goriz. Total: 3h30'.
En el refugio hicimos noche, había otros dos grupos mas, uno de una pareja, y otro de 5 montañeros. Ayer abandonaron el refugio 6 catalanes con una trágica noticia, pues un compañero suyo se despeño subiendo a Monte Perdido por el Lago Helado, así que viendo lo dura que estaba la nieve al día siguente, al estar esta semana con sol (al deshacerse) pero a la vez, al helar por las noches (-10ºC) bajo cero, decidimos por esta vez no ascender al Monte Perdido para evitar una desgracia entre el hielo como acababa de pasar, a pesar de llevar crampones y pioles, pero la capa de hielo era de varios centímetros. Más vale disfrutar de unos días tranquilos y ascender este pico en otra ocasión que dejar de disfrutar el momento y no poder volver a subirle nunca mas, aunque somos mas de los que pensams que uno nunca sabe que puede pasar en cualquier momento, en carretera, bici, salud, así que siempre tiramos para adelante con todas las consecuencias, pero esta vez, decidimos otras alternativas para saciar nuestra sed de monte y pirineo.
Sin embargo, como datos informativos, para subir desde el refugio de Goriz (2200m.) al Monte Perdido (3355m.) los horarios aproximados suelen ser los siguientes:
Refugio de Goriz, subir 300 mts (45') desvío Variante de las Escaleras, subir 240 mts (40') grandes bloques (La Ciudad de Piedra), subir 250 mts (40') Lago Helado, subir 365 mts (1h) Monte Perdido. Desnivel: (1.155 mts).Tiempo: 3h.

De todas formas estuvimos pasando unos días estupendos por el macizo de Monte Perdido, Con las vistas del Cañón de Ordesa y el circo de Soasao, el circo de Goriz, la Sierra Custodia, o las ascensiones a la Punta Tobacor (2779 m), el Monte Arruebo (2751 m), la Torre de Goriz o Callata Arrabo y la Punta Custodia (2519m.).  En brve, ampliaré este enlace con la descripción a la cima de monte perdido por la escupidera porque volveremos, volveremos con la espina clavada de pisar el perdido!!

Vivac en Gredos. De la Plataforma al Almanzor (2592 m.)















































miércoles, 9 de septiembre de 2009

RUTA DEL CARES














La ruta del Cares es una senda que recorre la garganta del río Cares, una ruta de senderismo sencilla pero a la vez espectacular por encontrarse el cañón en su comienzo con una anchura de 20 m. mientras que las montañas de caliza que lo cobijan superan los 2000m de altura, los Picos de Europa.

La ruta se puede hacer desde Caín (León) a Poncebos (Asutrias) o desde Poncebos a Caín (12Km), sin embargo, nosotros decidimos completar esta ruta de salida en Caín con la subida a Bulnes (3Km más), pero no por el funicular, sino por el camino histórico de Poncebos-Bulnes, hacer noche allí, y bajar al día siguiente de Bulnes, para recorrer otra vez el trayecto de la senda del Cares (esta vez desde Poncebos a Caín, al revés que el día anterior). En total 30 Km entre ida y vuelta.
La ruta tiene un total de 71 túneles, siendo el mas largo el de los collados de casi 1Km de longitud.

La ruta del Cares, tiene sus comienzos entre 1916 y 1921 con las obras de la canalización de una parte de las aguas del Cares y su aprovechamiento hidroeléctrico para la central de Camarmeña-Poncebos. Sin embargo, la senda actual del Cares, fue construida 25 años después entre 1945 y 1950 para permitir el mantenimiento y limpieza del canal, hasta el día de hoy. En su construcción, murieron un total de 13 personas.

El caudal, en tiempo de buenas aguas puede llevar hasta 12 metros cúbicos por segundo y la producción de energía de la central puede producir 12000 Kilovatios por hora.

Desde comienzos de Verano, ya teníamos en mente mi niña y yo realizar esta ruta en algún hueco que sacáramos de las vacaciones entre escapada y escapada. Y por fin, a finales de verano nos decantamos por ponernos rumbo a Caín, un pueblecito al norte de León. Lo normal es que la gente haga la ruta del Cares en la dirección contraria, saliendo de Poncebos (Asturies), pero nosotros lo que queríamos es empezar con tranquilidad, la gente empieza desde el otro lado en plan romería, parece que te paseas por la Calle Real de Segovia un fin de semana en hora punta, y comienzas subiendo, sin ver el impresionante cañón por ningún lado, y entre estos tres problemas (subida, mucha gente y no ver lo bonito de la ruta) la gente al llegar a “los collados” se lo piensa y se vuelve atrás sin saber aprovechar esta impresionante senda del Cares tallada en la roca.

Llegamos por la tarde de un Domingo, hicimos noche en Caín y por la mañana del Lunes con mochila a cuestas salimos a disfrutar de este rinconcito de los picos de Europa. Comenzamos solos, y hasta casi la mitad del recorrido, en Culiembro, no nos cruzamos con nadie. Comenzamos a andar con un poquito de niebla, por el sendero que sale al final del pueblo. Atravesamos el río por el puente de los pinteros, y otra vez un poco mas adelante cruzamos a la izquierda del río por el puente de la presa, donde el rio se divide en dos: una parte sigue siendo visible encajonado entre los murallones, y la otra, ira desviada por el canal hasta la central hidroeléctrica. Seguimos el camino por los túneles tallados en la roca, el primero y mas largo es el de los collados (no confundir con “los collados” en la parte final del recorrido antes de empezar a bajar a Poncebos).




Continuamos el curso del sendero mientras que el río cares se va hundiendo poco a poco cada vez más en lo profundo del desfiladero, y nosotros vamos pasando de un lado a otro del río, cruzando por los puentes de “los Rebecos” y unos metros más adelante el de “Bolín”.

























Poco a poco, vamos avanzando con la cámara de fotos repletas de instantáneas, y a medio camino llegamos al citado lugar de Culiembro. Allí encontraremos una fuente. A partir de aquí el cañón se empieza a abrir cada vez más.
































En cosa de unos 5 Km. aproximadamente desde Culiembro, ya picando para arriba la senda, sobretodo en los últimos metros que ya veíamos desde un par de kilómetros atrás, llegamos a la zona de “los Collados”, donde nos encontramos con un gran número de rebecos.


















































































Desde aquí, ya todo es bajada, a partir de este punto no dejábamos de encontrarnos con un gran número de senderistas que venían en dirección contraria. Y tras la bajada y cruzarnos con un par de cabritas más, llegamos al final de la senda en poco menos de 3 horas, al final de la carretera de Poncebos donde llegan los coches para aparcar e iniciar la ruta del Cares en este otro sentido. Este punto lo reconoceremos por encontrarnos con la caseta de información, y un gran número de contenedores. En este punto, es donde tomaremos el camino para subir a Bulnes, por el camino histórico por donde han subido con ayuda de burros todos sus habitantes hasta hace bien poco sus alimentos, ropas, etc. Algo más de una hora de subida, que a partir del año 2001 se ha dejado de utilizar por sus habitantes al inagurar el funicular. Ahora montañeros y senderistas se meten por el para llegar al pueblecito de Bulnes, o bien para adentrarse hacia la travesía de los picos de Europa, como explicaré en otra ocasión en este mismo blog, que hice años atrás con mi amigo Zapa.

Nosotros, en vez de comenzar ya a subir a Bulnes, donde haríamos noche, bajamos hasta Puente de Poncebos, por la carretera, dejando el cruce que sube a Camarmeña y hotel, restaurante y sidrería, a la izquierda, la entrada al funicular a la derecha, y tras pasar el túnel, llegamos a un restaurante donde queríamos comer una buena fabada (en mi caso) y unos buenos espaguetis con queso Cabrales (en el caso de mi niña Mary). Tras llenar nuestras panzas, y empezar a bajar la comida antes de que esta llegase a hacer la digestión, jeje, nos pusimos de nuevo las mochilas a nuestras espaldas y comenzamos por la carretera a subir todo lo bajado desde la caseta que indica el inicio de la senda del Cares desde el lado Asturiano, y a la izquierda, el camino que subirá a Bulnes, aunque empieza bajando al río en sus primeros metros.
Tras abandonar la carretera hasta donde llegan los coches para aparcar, descendimos unos 250 metros para cruzar el río Cares por el puente de la Jaya, puente ya nombrado en las famosas crónicas de Alfonso X el Sabio. De aquí pasamos por el “colladín encima la casa”, la Corredoria de Jéndigos y de nuevo otro puente, el puente del Jardú. A partir de aquí empieza la subida, pasamos por la zorera y las vueltas de Codilla. Seguimos subiendo por una serie de vueltas y revueltas hasta alcanzar el martiniano y el pardu la robre (por el color pardo de las rocas). Siguiendo el camino, pasaremos más adelante bajo una construcción de hormigón por la que se canalizan las aguas en dias de lluvias, la Riega del Texu. Mas arriba, pasamos por las cruces, donde es normal pasar sin darse cuenta de las cruces talladas, en memoria de los vecinos de Bulnes que fueron arrastrados hasta aquí por una alud a principios del Siglo XX.
A nuestra derecha, según subimos, dejamos en paralelo el Canal del Tejo, visible en algunos momentos, que baja rápidamente aguas abajo en sentido contrario al nuestro. Mas adelante llegamos a la zona de los Colines. Nos encontraremos con el puente de los Colines, que podemos cfuzar para subir a Bulnes de arriba o el Castillo, por el que pase años atrás para ascender a Amuesa, Cabrones, Torre Cerredo y Urriellu, camino que no tomaremos hoy, sino que seguiremos el camino rumbo a Bulnes, dejando al lado una cuadra. En pocos minutos alcanzamos un transformador y la boca superior del funicular. Momento en el que ya veíamos como nuestra ruta de hoy terminaba y comenzaban a caer las primeras gotas de lo que fue una gran tormenta. Llegamos al pueblo para cobijarnos y buscar nuestra posada donde pasaríamos la noche.
Despues de cambiarnos y dejar la mochila, cuando ya había terminado la tormenta, nos dimos una vuelta por el pueblo, que se recorre rápido y visitamos todos sus bares tomanco cañitas y viendo el lugar ideal para cenar.













Al Día siguiente nos levantamos temprano, pues queríamos llegar a Caín antes de la 13:30 ya que cerraban la carretera hasta Posada de Valdeón de 14 a 18 horas, y llegando más tarde, nos quedariamos encerrados en Caín hasta las 6 de la tarde y si de ahí queríamos ir a Cangas de Onis, Gijón y Oviedo en los siguientes días no queriamos perder el tiempo. Nos levantamos con niebla, chispeaba un poco, desayunamos y con mochila a las espaldas empezamos a bajar hacia Puente de Poncebos otra vez por el camino histórico. Esta ruta no corre practicamente ningún riesgo. El único problema surguiría en Invierno, con grandes nevadas que puedan originar aludes, sobretodo desde la zona alta de la Peña Martín. Comenzamos a bajar desde la Vila, barrio bajo de Bulnes bajo el tilo la teya, al lado de la iglesia y el cementerio, cuyo cementerio es uno de los pocos del mundo que estan techados para poder enterrar a los muertos durante el invienro y las nevadas no lo cubran durante gran parte del año. Hayque señalar como curiosidad, que en este cementerio, fue enterrado el "Cuco" que fue el primer montañero y escalador muerto en las paredes del Urriellu o Naranjo de bulnes. Continuamos bajando por la depuradora dirección la posada payariegu y la boca superior del funicular parariegu o concha del payariego, cerca del transformador. El mismo recorrido que ayer hicimos subiendo, hoy lo teníamos de bajada. Al llegar al puente de los colines, sin desviarnos, giramos a la derecha pasada la cuadra, para descender paralelos al río y la canal del Tejo, hasta llegar a cruzar los puentes Jardu y la Jaya para llegar a la pista asfaltada. De aquí, en vez de continuar nuestra ruta hacia caín, descendimos otra vez a punte Poncebos, para llegar a la cafeteria y de vuelta para subir por nuestros mismos pasos al comienzo de la ruta del cares.














La ruta del cares en el sentido inverso a como la realizamos el día anterior es much más dura al principio, pues comenzas subiendo hasta los collados en frío. Por suerte nosotros ya llevabamos poco más de una hora andando por lo que la subida no se nos atraganto. Igualmente, en este sentido, comienzas a ver una gran cantidad de personas, mientras que al comenzar por Caín, no veas a casi nadie, o nadie durante la primera hora como fue nuestro caso.
El recorrido, igual, sin pérdida y sencillo. Pero espectacular.

























Ya hicimos menos fotos que el dia anterior y en cuatro horas desde Bulnes, y poco mas de dos horas y medias desde Punete Poncebos, llegabamos a Caín, donde tenímos el coche.
En verdad, una ruta bonita, distinta, nada que ver con las otras a las que estamos acostubrados a hacer de alta montaña, pero que requiere hacerla al menos una vez en la vida, un gran paseo por el cares, que no subiendo a Bulnes, se puede hacer en un mismo día sin problemas. Como anecdota en esta ruta, aún tenemos la de encontrarnos con gente conocida de nuestra ciudad, e incluso amistades, que llevandonos sin ver varios meses por Segovia, nos vimos haciendo esta ruta, así es la vida, no nos vemos en nuestras misma ciudad y nos tenemos que ver a 400 Km de ella y en plena ruta, no en otra ciudad sino en un sendero de los picos de europa.